Durante toda mi carrera como cirujano he tenido que interpretar imágenes en dos dimensiones para luego realizar maniobras quirúrgicas en un escenario tridimensional.

La variabilidad anatómica junto con las particularidades de cada caso hacen que no haya dos situaciones iguales y que esta falta de información pueda verse asociada a posibles complicaciones intraoperatorias.

Los modelos tridimensionales renales han probado ser de extrema ayuda en mi práctica diaria. Estos modelos me han permitido contar en forma preoperatoria con una acabado conocimiento tridimensional facilitando a su vez la realización de una cirugía segura.

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